La iniciativa cumple con el objetivo de reunir saberes, generar un diálogo pertinente y compartir experiencias entre nuestros egresados y la comunidad universitaria.
En su tercera sesi´´on se hará presente nuestro Departamento de Filosofía. La egresada invitada a esta sesión del conversatorio es Stephanie Martinic, Profesora de Estado en Filosofía y actualmente se encuentra cursando el Magíster en Educación con mención en Diversidad e Inclusión de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
El encuentro será moderado la académica de nuestro Departamento Dra. Marcela Quevedo, encargada de Vínculo con la Escuela.
La UNESCO ha reconocido que garantizar la educación inclusiva es uno de los desafíos más importantes en política educativa en el mundo. Sin embargo, no existe una sola definición de educación inclusiva ni un consenso universal respecto de lo que significa la inclusión. La educación inclusiva aparece por primera vez vinculada a la educación especial y a la integración de estudiantes con necesidades educativas especiales a las escuelas tradicionales. A partir de ahí, los movimientos de inclusión han perseguido no solo la integración, sino la inclusión de estudiantes que históricamente se han catalogado como pertenecientes a grupos minoritarios, como aquellos compuestos por raza, género, capacidad, etcétera. Esto significa no solamente que estas y estos estudiantes pertenezcan a una comunidad educativa, sino que accedan a la educación de manera equitativa. Actualmente, una noción común respecto de la inclusión educativa es la de garantizar oportunidades educativas de calidad para todas y todos los estudiantes.
En el actual Marco para la Buena Enseñanza, esta definición de la inclusión educativa compone el Dominio C, específicamente en tres estándares: estrategias de enseñanza, estrategias para el desarrollo de habilidades del pensamiento y evaluación y retroalimentación de los aprendizajes. Desde este punto de vista, pareciera que la inclusión se concibe solamente en relación con los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Pero ¿es este el único fin de la educación? Pensar la inclusión requiere al mismo tiempo pensar los objetivos de la educación, para lo cual la filosofía nos brinda herramientas interesantes. Cuando problematizamos el sentido de la educación inclusiva podemos dar cuenta de que muchas políticas de inclusión están mermadas por el capacitismo. Esto es, la creencia de que todo estudiante debe alcanzar un estándar típico, y que por lo tanto la
equidad recaería en garantizar resultados de aprendizaje más o menos similares en todas y todos los estudiantes. En este sentido, las políticas de inclusión pueden convertir la inclusión en un proceso que, paradójicamente, excluye, ya que categorizan a las y los estudiantes según sus capacidades o carencias, esencializando la categoría misma de ser estudiante. Al cuestionar los fines de la educación, nos abrimos a concebir la inclusión no como un estándar de logro, sino como un problema relativo a generar mejores condiciones para habitar la escuela.