La irrupción de la inteligencia artificial (IA) está marcando un cambio radical en diversos aspectos de la sociedad, y la educación no es ajena a este fenómeno.
En un contexto donde las tecnologías digitales avanzan a gran velocidad, la formación y capacitación de los docentes se han convertido en una necesidad urgente para integrar las herramientas de IA en las aulas. Sin embargo, este proceso presenta desafíos significativos, sobre todo en términos de las brechas generacionales que afectan tanto a los profesores como a los estudiantes.
En este escenario, el Dr. Mario Sobarzo, académico e investigador del Departamento de Filosofía de la Universidad de Santiago de Chile (Usach), ha reflexionado sobre los principales obstáculos y oportunidades que trae consigo la digitalización educativa en el artículo “Docencia en tiempos de inteligencia artificial: oportunidad, necesidad y un gran desafío”.
El Dr. Sobarzo es claro al señalar que, mientras la digitalización ofrece herramientas poderosas para enriquecer el aprendizaje, también genera un gran desafío para aquellos educadores que no han crecido en un entorno tecnológico.
“El problema de la digitalización es que, por un lado, tenemos a una población de docentes que no está ingresando al sistema, y por otro, a generaciones de estudiantes que enfrentan cambios constantes en la tecnología”, explica el académico. Para él esta disparidad entre generaciones es una de las principales tensiones dentro de la educación actual.
Uno de los puntos que resalta en el artículo, es la brecha existente entre los docentes de mayor edad y las nuevas generaciones, que están más familiarizadas con la tecnología.
“Tenemos que pensar qué hacer con los profesores mayores, que constituyen la mayor parte del sistema educativo. Y, por otro lado, cómo los jóvenes enfrentan este proceso de transformación tecnológica que altera las condiciones sociales y las estructuras organizativas”, añade.
Según su perspectiva, el reto no solo radica en la capacitación tecnológica de los docentes mayores, sino en comprender cómo las nuevas generaciones de estudiantes interactúan con una tecnología que cambia a un ritmo acelerado, transformando así las estructuras educativas tradicionales.
Este análisis del Dr. Mario Sobarzo está en línea con los esfuerzos recientes para capacitar a los docentes en el uso de la inteligencia artificial en Chile.
El impacto de la IA en el trabajo educativo
El Presidente Gabriel Boric encabezó el 7 de marzo el lanzamiento de un curso de formación en IA para estudiantes de Pedagogía de universidades como La Serena, Playa Ancha, BioBío y la UMCE.
Sin embargo, como bien señala el Dr. Sobarzo, este proceso de digitalización educativa enfrenta grandes obstáculos.
“El contexto de digitalización actual genera un ‘punto ciego’ en la educación, ya que los contenidos y métodos de enseñanza están ligados a las necesidades sociales, que se ven alteradas por la rápida evolución de la tecnología”, explica el académico.
En este sentido, pone énfasis en la importancia de revisar no solo el “qué” se enseña, sino también el “cómo” se enseña en un entorno cada vez más marcado por la digitalización.
Este enfoque también invita a reflexionar sobre el impacto de la IA en el trabajo educativo.
Si bien las nuevas herramientas tecnológicas pueden mejorar la calidad de la enseñanza y permitir una mayor personalización del aprendizaje, el investigador advierte que la rapidez con la que estas tecnologías se implementan puede generar un desfase en la capacitación de los docentes.
“Las tecnologías de la información están transformando las organizaciones educativas, y por lo tanto las necesidades sociales y educativas también están cambiando. Los contenidos tradicionales están siendo desafiados por la necesidad de formar estudiantes capaces de adaptarse a un mundo digitalizado”, afirma.
Finalmente, el Dr. Mario Sobarzo subraya la importancia de la adaptabilidad en los procesos educativos.
“Hoy día, lo más relevante no es tanto lo que se enseña, sino la capacidad de los estudiantes y los docentes para adaptarse a nuevas formas de aprendizaje, especialmente aquellas propiciadas por la inteligencia artificial. La habilidad para adaptarse será la clave en el nuevo panorama educativo”, concluye.